lunes, 7 de abril de 2008

Sin Reconocimiento.


Acrílico sobre tela, Andrés Hermosilla 2008.

Súbito cambio ya quisiera yo. Pero en lo sutil de mi mente, en lo tenue y sigiloso de mis deseos sigue vigente, aunque mis manos se rindan, aunque mis ojos y mi frente caiga, la ilusión de niño sigue ahí, aunque el mundo diga lo contrario y los acontecimientos no hagan factible lo imposible. El arte, las letras, el amor son para mí cosas, subjetivas, distintas, propias, como mi percepción, como mis ojos, como mi mente, es por eso absurda la pasión en un par de manchas, es por eso ridículo catalogar de grandiosa la mera estética lingüística, la simple estética grafica que puede mostrar una armónica composición de manchas y colores. Una silueta, un timbre y esos ojos que pueden consumirte, por siempre aunque nada ocurra, por siempre aunque no haya respuesta, por siempre aunque jamás tenga sentido. Porque es propio, como lo que digo, como lo que muestro, como lo que soy, vivo y creo.

1 comentario:

Javier Aramburu (GURU) dijo...

Creo que bajo ese argumento todo lo que te dije es basura, me inclinaré a la percepción subjetiva, sin clasificaciones ni estudios artísticos, porque dentro de ese parámetro estaría limitando la expresión.
Sigue manifestando tus emociones con las artes, sigue jugando con el lenguaje porque en todo esto no existen verdades absolutas, solo corazones incomprendidos.