lunes, 5 de mayo de 2008

Muerte Urbana

Gotas caían mas no le importaba estar empapado, gota tras gota cada una con menos sentido que la anterior, era indiferente, insensible, no podía percibir ninguna condenada gota de agua, era como si hubiese dejado de sentir, perplejo, devastado, lo único que podía sentir era esa melodía en su cabeza, esa orquesta de preguntas sin respuesta, ese grito de libertad, esa aguda nota que declare felicidad.
A paso lento, sin rumbo, perdido como en la vida, simplemente era dirigido por esas calles que guiaban su andar, se detuvo en seco, fin del teatro, adiós. Lentamente vio como su mirada cambiaba rápidamente de perspectiva, fugaz y extraño, en el lugar que estaba no podía ver absolutamente nada, ahora veía muchos corazones y mucho sentido, mucha vida y mucho cariño, tarde, tarde, tarde, estaba cada vez más cerca del suelo, algunos segundos y quedaría inmóvil para siempre. Vio espanto, indiferencia, odio y amor, mientras sus delicados ojos se cerraban y decían adiós.

No hay comentarios: